Sam, pese a la creencia de su hermano de que estaba muerto, cumplió la condena en la prisión de Panamá, donde conoció a uno de los narcos más importantes y poderosos del País; Héctor Alcázar. Dicho líder del Cartel panameño, conocedor del sueño de Sam por encontrar el tesoro pirata más grande jamás reunido una vez salga de la cárcel, decide ayudarle a escapar durante una revuelta. Pese a parecer ser un acto voluntarioso de ayudar a Sam, por la amistad que han suscitado dentro de la cárcel al compartir celda, Alcázar extorsiona al hermano de Nathan a entregarle en el plazo de tres meses un alto porcentaje del tesoro de Avery una vez haya sido encontrado su paradero. Con la soga en el cuello, Sam decide encontrar a la única persona en el mundo capaz de ayudarle en la búsqueda de tan grandioso tesoro: Su hermano Nathan.